
La palabra "gitano" procede de "egiptano", porque en el siglo XV se pensaba que los gitanos procedían de allí o, en todo caso, de Egipto Menor, una región de Asia Menor, hoy entre el Peloponeso y Turquía. Cuando penetraron en Europa, muchos grupos de gitanos se presentaban a sí mismos como "nobles egipcianos". La palabra "calé" parece proceder del indostaní "kâlâ", que significa "negro".
Cíngaros
Término derivado probablemente del griego Ατσίνγανος (literalmente intocable), nombre atribuido a una secta maniquea procedente de Frigia
Bohemios
Término utilizado en francés (bohémiens o boumians) por haber entrado los gitanos europeos en el siglo XV mediante un salvoconducto del rey de Bohemia.
La opinión más extendida afirma, a partir de análisis genéticos y lingüísticos y a la vista de los documentos conservados, que proceden del Punjab, en cualquier caso de alguna zona comprendida entre India y Pakistán. Se desconoce si con anterioridad habían venido de otro lugar aún más remoto.
Los gitanos han tenido desde antiguo un estilo de vida parcialmente nómada que les ha influido notablemente y desde un principio han destacado por una importante aportación característica en el arte y cultura popular, especialmente la música. Siguen celosamente sus costumbres, pero también se han adaptado y evolucionado en los distintos países donde se han asentado.
La lengua gitana es el romaní, una lengua de origen indoario, al parecer derivada del sánscrito.
En la actualidad, sin embargo, la mayoría de los gitanos del mundo habla la lengua del territorio en que habita, adaptándola
Se estima que en todo el mundo viven entre 10 y 12 millones, distribuidos hasta en cuatro continentes.
El país con mayor número de gitanos del mundo es Rumania, en donde vivirían 3 millones (aproximadamente el 9,1% de la población total). A fecha de julio del 2006, el país con mayor número de gitanos de la actual Unión Europea es España, donde viven unos 600.000 miembros.
Andalucía cuenta con la mayor población de gitanos en España, con cerca de 300.000, un 5% del total de la población de la comunidad.
Se dice que dominan el arte de la cartomancia y la quiromancia, así como la interpretación de las luces y las sombras en sus bolas de cristal; que venden piedras y amuletos de la suerte para el juego y el amor; que descubren el paradero de los objetos robados; que sanan con sortilegios y hierbas medicinales.
Los gitanos comenzaron a atravesar Europa portando las cartas del Tarot, presumiblemente obtenidas por los caballeros templarios de los sarracenos, que, a su vez, las recibieron de la India por medio de los árabes. Se cuenta también que los gitanos eran depositarios del simbolismo religioso de los antiguos egipcios.
Algunas de sus ocupaciones tradicionales -hojalateros, plateros, caldereros, forjadores de cuchillos, agujas, clavos y herraduras- están íntimamente relacionadas con el fuego.
La mayoría de los tabúes sobre ellos obedecen a la superstición y, por tanto, a la ignorancia o el temor ante las consecuencias de hechos puramente biológicos. Como el cuerpo de la mujer posee, según ellos, dos partes, una noble -de cintura arriba- y otra innoble o impura -de cintura para abajo, es decir, la zona donde se produce la menstruación-, tradicionalmente las gitanas han evitado mostrar las piernas vistiendo faldas largas hasta los pies, bañándose en agua corriente y lavando su ropa aparte de la de los hombres.
Llegaron a Europa, a finales del siglo XIV y principios del XV. Es probable que la expansión musulmana por el subcontinente asiático en el siglo XI empujara a las distintas poblaciones y ejércitos organizados para la defensa de la región hacia otros lugares.
Su presencia en Europa inicialmente fue bien acogida. Con el tiempo cambiarían las actitudes de los distintos gobiernos, recelosos del régimen de vida de aquellas gentes. Muchos fueron condenados a la horca por el simple hecho de ser gitanos.
Fernando de Aragón el católico, Carlos V, Felipe II y Felipe V no dudaron en ordenar su expulsión del territorio. Lo mismo hizo Francisco I en Francia, imponiéndoles penas de flagelación, amarrando con grilletes a los hombres y rapándoles la cabeza a las mujeres. En la asamblea de los estados de Orleáns en 1561 todos los gobernadores recibieron la orden de exterminarlos “por el hierro y por el fuego”.
En la antigua Moravia y en Bohemia se adoptó la práctica de cortarle una oreja a toda mujer gitana que encontrasen. Muchos fueron deportados a las colonias europeas de América y Australia
En Hungría, hasta bien entrado el siglo XX, dada su fama de ladrones, se les prohibía entrar en las ciudades y sólo se les permitía permanecer en los pueblos hasta un máximo de dos días. Numerosos fugitivos de las leyes antigitanas en diversos países se refugiaron en los bosques, lo que dio origen a nuevas leyendas sobre prácticas caníbales.
A pesar de las persecuciones, las agrupaciones de gitanos fueron especialmente numerosas en Hungría y Transilvania. En 1761 la reina de Hungría inició un proceso legal para asimilar a la etnia, facilitándoles instrumentos de labranza, prohibiéndoles vivir en tiendas, expresarse en su idioma y tañer sus instrumentos musicales.
Hoy se calcula que sólo un 5% de los gitanos europeos siguen siendo nómadas
Para la sociedad moderna el pueblo gitano forma parte de una contracultura, lo que significa que están condenados al desprecio y la marginación, y, por tanto, son objeto de represalias y de clichés.
Las acusaciones contra los gitanos se repiten de una u otra forma, sin cambiar de manera esencial a lo largo de los siglos. Se les relaciona con la delincuencia, se les acusa de promiscuidad o por el contrario de un conservadurismo extremo; al ocultismo y las artes paganas, por ejemplo, de robar o forjar los clavos de Cristo, de echar mal de ojo o de ser los portadores del Tarot en Europa; se les acusa de explotación infantil, de raptar niños, de oficios deshonrosos, de vagancia. “
Durante la Segunda Guerra Mundial, en Europa el pueblo Rom —como tantos otros grupos étnicos además de los judíos— fue perseguido y exterminado por los nazis, y más de medio millón de Rom murieron en los campos de concentración y en las cámaras de gas.
Durante la Guerra Fría, en la lucha comunismo imperialismo, fueron el centro de las bandas neonazi, más agentes de gobiernos. Querían educarse, salud, viviendas, trabajo, pero todo se lo quitaron.
Se cree que los gitanos han influenciado en la el desarrollo de la música flamenca, incluso de la zarazuela. Después de su expulsión por parte de los Moros en España al final del siglo XV, algunos ‘Morriscos’ decidieron quedarse y mezclarse con los gitanos andaluces. Así que la música gitana permanece como parte de la historia del patrimonio musical de España.
Otro tipo de música con gran influencia gitana son las Csardas de Hungría. Estas se caracterizan por su variación del tempo, comenzando despacio y terminando en un tempo muy rápido.
Algunos compositores que han usado csardas incluye a Franz Liszt, Johannrs Grahms, Johann Strauss, Pablo de Sarasate y P. Tchaikovsky.